En noviembre del año pasado empecé a tener algunas molestias en mi espalda, tal vez resultado de malas posturas o movimientos, no lo sé, total, fui con un masajista, el sitio estaba super recomendado y al principio sentí que si me relajaba, el problema vino después cuando alguna sesión, movieron algún huesito o algo simplemente se desencajó, el resultado: empecé a tener dolores en el nervió ciático. Mejor dicho, me empecé a sentir como abuelito, me duele la ciática!!
A pesar de esto no dejé de jugar, pero el cuerpo trata de compensar cualquier desequilibrio físico o mental; pues para compensar mi dolor de espalda baja y el dolor en el nervio ciático, terminó usando de más mis músculos del abdomen, con tan mala suerte que me lesioné ahí, en el abdomen, el dolor fue tan intenso que tuve que parar de jugar inmediatamente.
Todo diciembre dejé no solo de jugar, deje cualquier actividad deportiva intensa, empecé a hacer estiramientos y algunos ejercicios para fortalecer la espalda baja.
En enero ya recuperado, volví a la cancha con la idea de que iba a estar jugando mucho peor. Sin embargo, el tiempo que se tomó mi cuerpo parece que le sirvió a mi mente. Extrañamente, empecé a moverme mejor y a jugar con más tranquilidad.
Como conclusiones propias, les puedo decir que: si tienen una lesión mejor tomen el tiempo para recuperarse completamente, luego se puede agravar. Y dos, hay que tomarse algún tiempo de descanso del squash de vez en cuando, la mente necesita asimilar nuevos movimientos o técnicas que hayamos aprendido, mientras tanto no dejen de ver partidos, viendo se aprende también.