Yo mismo me sorprendo la cantidad de agua que pierdo cada vez que voy a jugar, en ocasiones (la verdad casi siempre) parece que en vez de haberme tomado mi botella de agua, me la hubiera vaciado encima.
A mí, la verdad, esto no me molesta pero como sé que va a ocurrir, me gusta tomar un par de precauciones: la primera tiene que ver con la ropa, generalmente llevo camisetas (playeras) de microfibra de poliéster, de las que permiten que la transpiración se esparza por una amplia zona del tejido (no quisiera dar marcas pero para que sepan de que les hablo dry-fit o clima-cool son un par de ejemplos), lo que aunque parezca muy malo, pues la camiseta se moja rápidamente, en realidad hacen que se seque con más rapidez o por lo menos, la prenda no se pone pesada y pegajosa como una de algodón.
La segunda y más importante, es la hidratación. Recuperar el agua es imprescindible durante el juego, por lo tanto antes siquiera de sentir sed, entre game y game, tomo un par de sorbos de agua si es que no llevo alguna bebida hidratante, ya saben ustedes que con la traspiración no perdemos solo agua, sino minerales y electrolitos, el potasio es básico para evitar los calambres, generalmente estas bebidas lo contienen, pero si no quieren tomar siempre estas bebidas, un plátano (banano o banana) además de darles ese potasio, les dará un extra de carbohidratos (sólo vean a los jugadores profesionales de tenis).
Cuando no me hidrato bien, siento, después de jugar, mucho más cansancio, sin mencionar la obvia sensación de sequedad en la boca. En conclusión, para sentirse más cómodos durante y después de jugar, las prendas confeccionadas con tejidos sintéticos los harán sentir más cómodos y la hidratación constante hará que la recuperación sea mucho más rápida, aunque lo importante es que jueguen, no importa si lo hacen con la camiseta de la suerte (que tiene todos casi tantos años como ustedes y cero tecnología) o si solo toman agua, lo importante es divertirse en la cancha!