Lo que voy a decir va a sonar bastante ridículo, pero es otro de los factores determinantes a la hora de mejorar el juego: hay que ver siempre la bolita.
Suena ridículo pues el squash es un deporte que se juega con una bolita! Solo tres cosas cambian dentro de la cancha, nuestra ubicación, la ubicación de nuestro contrincante y la de la bolita, la cancha es estática.
La primera la podemos controlar, la bola se mueve de acuerdo a la fuerza y dirección con la que es golpeada y “pensando mal” nuestro oponente se va a mover donde a él le convenga más y sea peor para nosotros (generalmente la T).
Así es que no hay que perder la bolita de la vista, de alguna forma hay que desarrollar la visión periférica para intuir donde esta nuestro contendiente pero siempre viendo la bolita.
Además de ridículo, lo he dicho muchas veces en apenas un párrafo, mi intención es que lo tengan realmente en cuenta. Para demostrar mi punto, hagan un simple ejercicio cada vez que pierdan un punto, fallen el tiro, golpeen la chapa, la bola salga por encima de las líneas o fuera de la cancha, piensen que fue lo último que vieron antes de golpear la bola, se van a sorprender al darse cuenta que en muchas ocasiones fue el frontis, alguna de las paredes o a su adversario, aunque si en ese momento nos hubieran preguntado juraríamos que veíamos la bolita.
Es difícil cambiar este comportamiento porque todo ocurre tan rápido que el cuerpo está reaccionando por reflejo, en piloto automático, entonces hay que hacer que el cuerpo reconfigure esa memoria muscular y aquí es donde les cuento que es lo que yo hago: voy a practicar solo y golpeo la bola recto contra el frontis (al no haber contrincante reduzco casi completamente la incertidumbre, porque yo soy quien golpeo la bola, sé con qué fuerza y en qué dirección) me concentro sólo en el ir y venir de la pelota y sobre todo en el momento de golpear me obligo a dejar la mirada fija en el punto donde estaba la bola, no importa donde vaya después, sólo pienso donde esta cuando la golpeo y me quedo ahí un instante, luego giro a ver dónde rebotó en el frontis y me preparo para golpear de nuevo, si estoy bien parado, golpeo con la fuerza y en el momento adecuados, va a regresar a mi sin ningún problema y voy a poder continuar con el ejercicio, si algo falla, no pasa nada, vuelvo a empezar.