¿Tú quieres convertirte en superhéroe? en realidad a todos nos gustaría convertirnos en superhéroes, con nuestras particularidades, esta vez Ernesto Cuevas, el famoso y temible Dr. Raqueta (por supuesto es el malvado de la historia) nos envía un artículo relacionado con la flexibilización, necesaria para estar preparados antes de cada día de juego, la idea es estirar, preparar todos los músculos para el esfuerzo de los partidos de Squash, aquí incluyo la colaboración, que marca el inicio para convertirnos en superhéroes (elásticos y flexibles de Marvel Comics).
Cuando empezamos a planear esta sección de nuestro sitio (El sitio de todos los squashistas), la primera pregunta fue como iniciarla; y esto es en cuanto al tema inicial. Los que nos vinieron a la mente fueron: “El acondicionamiento físico”, esto es, mejorar nuestra condición para poder resistir la demanda física de nuestro deporte y “Evitar Lesiones” durante la práctica del mismo.
Indudablemente que estos temas son muy importante, si deseamos no atentar en contra de nuestro cuerpo. Pero al reflexionar esto, caímos en cuenta que ambos temas están relacionados con otros mas importantes y estos son: Los ejercicios de flexibilización y calentamiento; los cuales son muy importantes para evitar dichas lesiones y siempre deben ser previos y posteriores a cualquier tipo de ejercicio, ya sean de acondicionamiento o de la practica normal del deporte, ya que ayudaran a evitar lesiones.
Flexión de piernas
1er. ejercicio. De pie, levante y sujétese alternadamente cada pierna con las manos, jalando la rodilla hacia el pecho; acercándola al pecho lo más posible, sin sentir dolor. Repítalo 10 veces con cada pierna.
2° ejercicio. De pie, flexione la rodilla llevando la pantorrilla hacia atrás, hasta sujetar el pie con la mano, para ayudar a flexionar la pierna lo más posible, sin sentir dolor. Sostenga esta posición durante 10 segundos. Repítalo con la otra pierna.
3er ejercicio. De pie, levante una pierna y apóyela sobre un respaldo más bajo que la cintura, luego incline el tronco tanto como resulte cómodo sobre la pierna extendida. Posteriormente, sujetando con firmeza la pierna, doble la rodilla y luego extiéndala, despacio. Sienta el estirón de los tendones de la corva. Repita el ejercicio con la otra pierna; hágalo 3 veces, con cada una.
Estiramiento del tronco
1er. Ejercicio. Erguido con los pies separados al ancho de las caderas, doble la rodilla izquierda, levante y doble el codo izquierdo hacia atrás; sujétese el codo con la otra mano y haga rotar despacio el tronco, 3 veces hacia la derecha y 3 veces hacia la izquierda. Repítalo cambiando los brazos y la flexión a la rodilla derecha.
2° ejercicio. De pie con los pies muy separados, las rodillas un poco flexionadas y los brazos estirados, haga girar el tronco, mirando por encima de los hombros y moviendo las caderas con el resto del cuerpo, hasta llegar a la flexión máxima sin sentir dolor. Hágalo 10 veces.
3er ejercicio. Colóquese de pie con las piernas bien separadas, las puntas de los pies hacia fuera y las manos sobre las caderas. Doble un poco las rodillas y mueva las caderas en círculo, como si fuera a limpiar el interior de un tazón. Repítalo 5 veces en cada sentido.
Brazos y rodillas
De pie y con los brazos estirados en alto, inhale. Al exhalar, doble las rodillas y baje los brazos hasta que los dedos rocen el piso, continuando el movimiento hacia atrás. Inhale mientras se balancea de regreso, hasta alcanzar la postura inicial. Repítalo 5 veces.
Te recomendamos fuertemente que valides con tu preparador físico estos ejercicios, que si bien pueden funcionar para la mayoría existen casos especiales en los que podrían no ser recomendados.