Juan Carlos Santacruz nos comparte los resultados finales del evento, en la primera final, la varonil, un Ashour sorprendente, inesperado; en la final femenil, una Natalie Grinham consistente, demoledora; ha sido el fin de este emblemático y magnífico evento, donde los partidos de ensueño, los nuevos jugadores aparecen y sorprenden, donde los gigantes caen, y los titanes prevalecen.
Ashour: el squash de lo inesperado.
Puede ser una de las tantas maneras en que se puede definir este fenómeno que es Ramy, sólido No. 1 del mundo en New York. El francés Gaultier fue preciso, consistente, claro y genial al contragolpe, especialmente en el revés sorpresivo de dos paredes en los dos primeros sets. Hizo gala de su tradicional maestría para cubrir de manera matemática cada uno de los rincones de la cancha. EL 2-0 parecía demasiado. Entonces se hizo presente en la cancha un Ashour más estratégico, buscando mejor los momentos para su ataque letal. El tercero fue para cualquiera. Gaultier incluso hizo lo suficiente para cerrar con un 3-0, pero el tie break fue de un alto riesgo al ataque, donde los mismos espectadores quedaban atónitos con golpes de Ashour que dejaron en la garganta las emociones templadas. Fueron esas dos bolas del tie break del tercero las que marcaron el destino del juego. Ya Gaultier lo había hecho todo y con gran perfección, pero enfrente tenía a este mago depredador que escribe en cada jugada una entusiasta página de un nuevo squash, el squash de lo inesperado. El juego se puso 1-2. Para el cuarto una ventaja rápida y temprana de Ashour, tras sucesivos errores no forzados del francés, desencadenaron con rapidez la igualdad y la presión del definitivo. El público ya se había volcado con el carismático egipcio, quien incluso después de un punto para el recuerdo, con golpes y contragolpes, con reacción y contra ofensiva, simuló con su raqueta, a manera de guitarra, tocar los acordes de la sinfonía del squash de lo inesperado. Fue un trámite doloroso para Gaultier, quien sintió en sus piernas el peso del esfuerzo y cayó vencido en su mejor momento. Grande Gaultier, mago, talento e inesperado Ashour. Se escribe un nuevo squash. Ahora la clave es la reacción y ni siquiera el ataque sino la capacidad de golpear atacando una bola ganadora. Allí está la clave de este nuevo squash, donde parecen advertir los jugadores a su rival: si me atacas, pierdes.
Grinham, grata ganadora.
La menor de las Grinham, Natalie pareció decirle a su hermana en la semifinal, este es mi momento. Se lo dijo con gran juego a Rachael inscrita ya en el salón de la fama después de varios años como No. 1 del mundo. Y en la final frente a la consistente Kasey Brown, Natalie demostró un gran control del juego, siempre anticipando, estratégica, profunda y paciente. Gran momento el de Natalie. Ganó con un 3-0 contundente, moviendo a su rival por toda la cancha con gran despliegue físico. A sus 35 años otra vez ingresará al top ten.
Adiós a New York exhuberante que fue vencido en su propuesta helada por el calor del juego de squash en la Gran Terminal Central. Hasta la próxima.
PSA World Series J.P. Morgan Tournament of Champions, New York, USA
Final:
- [4] Ramy Ashour (EGI) vence a [3] Gregory Gaultier (FRA) 7-11, 6-11, 12-10, 11-3, 11-1 (72m)