Ignacio Parma nos ilustra ahora con un artículo que habla de los coaches, de los líderes que están buscando credibilidad, influencia positiva, ¿cuáles son sus características?, ¿como podemos identificarlos? ¿dónde se encuentran? estas son sólo las primeras preguntas que Ignacio trata de responder, aquí incluimos su colaboración:
Por derecho propio y adquirido. El poder del conocimiento. Orgullo por la profesión.
“UN BUEN ENTRENADOR ENSEÑA A PENSAR”
Un líder se hace cuando es abierto. Comparte los hechos y la verdad.
Estar visible. De forma tal que sea accesible.
Comunicar con consistencia y persistencia.
Ser un visionario.
Ser sensible a las preocupaciones de los demás.
La capacidad de hacer la pregunta correcta y la de poner atención cuidadosa al significado oculto tras la respuesta.
“DIRIGEN, INFLUYEN POSITIVAMENTE Y ALACANZAN OBJETIVOS”
El entrenador exitoso tiene y ejerce liderazgo permanentemente, sus características son:
1- Se conocen a si mismos y tienen una filosofía de trabajo definida:
Tienen claros los objetivos a fijar según cada alumno y los estilos de practica que van a utilizar para conseguirlos. Le dan un significado muy especial a su trabajo. “La persona primero, el jugador segundo y el campeón después”
2- Conocen a sus jugadores:
El aspecto fundamental que el entrenador conoce de sus jugadores debe ser las razones por las cuales juegan Squash, es decir, sus motivaciones.
También que evitan “quemar” a sus jugadores, no los sobreentrenan nunca. Son flexibles, saben reconocer síntomas de estrés, respetan los aspectos psicológicos y biológicos, toman en serio las lesiones o síntomas, organizan actividades de recuperación, etc. De esta manera individualizan sus conductas y tratan a cada uno de la manera correcta. Tienen a ser cuidados con las generalizaciones y estereotipos pues son conscientes e cuanto a las necesidades, preferencias, capacidades de aprendizaje, de comunicación y de relaciones.
Tienen en claro su influencia sobre los demás, el impacto de su trabajo en sus jugadores, por ello sienten la responsabilidad de estar educando a una persona para un futuro mejor.
3- Conocen al deporte:
Su experiencia les permite continuar aprendiendo y en muchos casos han sido capaces de crear y/o adaptar sus propios sistemas de entrenamiento, dando especial importancia a los aspectos que ellos consideran claves para que sus jugadores se formen adecuadamente.
4- Son buenos comunicadores:
Son capaces de transmitir y conectar, combinan sus habilidades verbales y no verbales. Hablan de manera directa, clara y honesta. Saben escuchar, aceptan sugerencias y saben encajar las críticas de manera positiva. Fomentan el feedback con sus jugadores. Se ponen en el lugar del otro antes de tomar una decisión. No rehúsan los conflictos, ya que saben que son inevitables en toda relación humanas intentan enfocarlos adecuadamente para sacarles provecho.
5- Tienen una gran capacidad de aprendizaje y espíritu docente:
Son abiertos a aprender de todas las personas que los rodean. Asimilan lecciones en todas las situaciones, tanto en la victoria para no dejarse llevar por la euforia como en la derrota para centrarse en lo que ay que mejorar y corregir.
Les gusta transmitir conocimientos, enseñar y ayudar a mejorar. Entienden la docencia como una planificación continua de retos a sus alumnos animándolos a mejorar progresivamente.
Disciplinan mediante el orgullo, la superación, el trabajo y el ejemplo.
Sus métodos se basan en:
a- Uso sistemático de instrucciones verbales y feedback
b- Refuerzos positivos y negativos.
c- Practica positiva.
d- Descansos.
6- Mantienen siempre un enfoque positivo y alegre:
Feedback positivo, actitudes democráticas, un estilo de interacción positivo mediante el uso de refuerzos, ánimos, apoyo social y alientos.
7- Son respetables y creíbles:
Se ganan ese respeto de manera cooperativa, mediante el ejemplo, con su trabajo, el conocimiento, no hablando y mucho menos criticando a colegas. Con el respeto llega la credibilidad.
8- Tienen carisma y lo utilizan adecuadamente:
El carisma es la habilidad de presentar una visión a sus jugadores y conseguir la confianza para lograrla. Crean y mantienen una imagen positiva en la mente de sus jugadores, demuestran convencimiento, así transmiten sus emociones positivas de manera no verbal.
9- Saben manejar las emociones propias y de sus jugadores:
Es importante sentirse cerca de los jugadores y a la vez también establecer una cierta distancia para evitar situaciones comprometidas.
Controlan su carácter y reacciones ante las distintas circunstancias que se presentan a diario. Adecuan su nivel de energía de manera que mantienen un comportamiento consistente independientemente de las victorias o derrotas.
10- Tienen una actitud adecuada ante las normas:
Son respetuosos con las normas establecidas. En muchos casos ellos crean sus propias reglas y normas. Generalmente tienen pocas regalas, pero las aplican y hacen respetar de manera consistente e igual para todos.
Son éticamente intachables, íntegros y honorables. Buscan lo mejor para sus jugadores sin perjudicar a los demás.
11- Saben motivar y crear clima motivacional adecuado:
Inculcan el valor y la importancia a lo que hacen sus jugadores, de su esfuerzo y trabajo y les indican los beneficios que obtendrán de los mismos.
Los motivan a que tomen decisiones, se arriesguen a probar cosas nuevas y se hagan responsables de estas decisiones.
12- Están comprometidos con los jugadores y con la profesión:
Para ellos no hay horas suficientes en el día, no hay fines de semana o días de fiesta. Trabajadores infatigables, apasionados. Trabajan con toda intensidad día a día, aman lo que hacen.
Transmiten esa pasión a sus jugadores.
13- Creen firmemente en sus jugadores, se preocupan por ellos y saben darles confianza:
La creencia de que sus jugadores y alumnos cumplirán los objetivos y lograran las metas es clave. Se preocupan por ellos tanto dentro como fuera de la cancha. ¿Qué es darle confianza a un jugador? Principalmente, conseguir que crea en si mismo y se considere capaz de conseguir los objetivos propuestos. Esta hace que el jugador se sienta bien consigo mismo y con su entrenador.
Para todo es clave establecer objetivos realistas pero motivantes y la creación de un clima motivacional orientado hacia el rendimiento y no hacia los resultados.
14- Fomentan el espíritu de equipo y saben formarse un equipo:
Aunque el Squash es un deporte individual, hay que crear un equipo de entrenamiento motivado, cohesionado y comprometido, sin egoísmos ni celos.
Igualmente su equipo de trabajo deberá manejar los mismos métodos y códigos de comunicación y sinergia grupal hacia todos los jugadores, hacia los distintos entornos y hacia el mismo propio grupo de trabajo.
15- Son consistentes pero también saben adaptarse a las situaciones:
Consistentes en la capacidad de transmitir un determinado mensaje de manera continua e inequívoca. En el establecimiento de reglas, la administración de disciplina y las reacciones en situaciones de presión.
También son flexibles en situaciones especiales y adaptándose a determinadas características y circunstancias que presenten sus jugadores.
16- Tienen empatia:
Es la capacidad de ponerse en el lugar de las personas de su entorno y ver las cosas desde su punto de vista. Son francos y directos, no ocultan otras intenciones o dobles juegos. Establecen buenas y verdaderas relaciones.
17- Son profesionales competentes:
Ser competente es siempre cumplir nuestra labor de la manera correcta. Se logra con trabajo, estudio, aplicación de las ciencias del deporte, de nuevos métodos y sistemas, el reconocimiento de que siempre hay que adaptarse a las novedades, la búsqueda de la mejora persona y profesional, el espíritu inquieto, crecimiento personal y la interacción con aquellos de los que se puede aprender.
18- Son humildes pero tremendamente competitivos:
Aunque puedan parecer soberbios por su conocimiento y por sus éxitos, son personas humildes que reconocen sus limitaciones, lo que tienen que aprender. Reconocen a sus carencias como aspectos a mejorar y positivos, no como defectos.
Su mentalidad competitiva positiva y de desarrollo y mejora es la que intentan transmitir a sus jugadores para que estos puedan jugar sin presión e intentar salir airosos de los problemas y adversidades que suponen todas las situaciones competitivas.
19- Son organizados y trabajan considerando las características de cada individuo:
La organización es un elemento crucial. Sabe que el trabajo duro es la base de todo. Aprovechan al máximo el tiempo de trabajo. Refuerzan la individualidad, autonomía y confianza de cada jugador de manera personalizada.
“MEJORES PERSONAS, MEJORES JUGADORES Y MEJORES CAMPEONES”
"EN ENTRENAMIENTO SE PUEDE HACER DE TODO, MENOS DEJAR DE PAGAR LAS CONSECUENCIAS"
Prof Ignacio Parma
ESCUELA LATINOAMERICANA DE SQUASH
