Diego Valencia es un jugador de Squash ocasional que ha encontrado en el deporte de los reflejos una manera de mantenerse saludable, pensar estratégicamente y además pasar un rato muy agradable, aquí Diego nos invita a que conozcamos el Squash, disfrutemos el Squash y compartamos con nuestros amigos esos momentos de diversión y salud en las cuatro esquinas.
Me hubiera gustado descubrir el squash a otra edad, especialmente cuando veo el partido de alguno de los top 10 de la PSA, la agilidad, el engaño, la resistencia física, mil factores, que me hacen admirar a quien tiene este juego por profesión. Por supuesto mis pretensiones no hubieran sido las de llegar ni siquiera al top 50, por varias razones, la principal y más desafortunada es que el deporte no paga en los países en vía de desarrollo, la mayoría, por no decir todos, los deportistas que llegar a ser de élite en América Latina tienen que financiarse con sus propios recursos; luego hay que sumar la dedicación y el esfuerzo que implica el “trabajo” de ser un deportista y olvidarse en la mayoría de los casos de terminar (o siquiera empezar) una carrera universitaria.
Lo cierto es que, después de dos años de practicar (digamos constantemente) este fabuloso deporte, empiezo a comprender algunas de las muchas facetas y obtener algunos de los beneficios que le deja a alguien como yo, un informático que se la pasa ocho horas o más frente a una pantalla de computadora, además de lo puramente físico, que debo decir, es bastante exigente, el squash es un deporte mental, estratégico, de coordinación y lo mejor de todo: ES MUY DIVERTIDO!
A quienes no lo han intentado HÁGANLO, a quienes ya nos contagió, hagamos que el Squash siga creciendo.