Star InactiveStar InactiveStar InactiveStar InactiveStar Inactive
 

En algún club, cuyo nombre no quiero acordarme, se celebraba un torneo, y he aquí que el protagonista entre en la cancha para jugar con un rival, que para el es un perfecto desconocido, pero que de acuerdo a las categorías, se supone que juega en el mismo nivel. Ojalá las clasificaciones fueran siempre adecuadas.

Nota. Seguimos suplicándoles que no le den click a la foto (si no tienen seguro médico).

Comienza en partido y, como suele suceder, en una jugada en la cual nuestro héroe coloca una pelota justo a 1.5 mm., arriba de la chapa, rayando en la perfección absoluta, después de que el rival respondió con un tiro a dos paredes en el fondo, donde por cierto, se encontraba sin muchos deseos de moverse . El rival, a muchos kilómetros de distancia a sus espaldas pide ¡VUELTA! Volteas a ver al juez (otro ilustre desconocido) y este le concede la vuelta. Si bien para tus adentros, piensas que no había manera de que tu rival pudiera haber llegado a contestar esa bola, y sin evitar una mueca de disgusto; continuamos el juego.

Pero algunas jugadas después el juez concede buena una pelota que, conforme a tu juicio, había botado entre 50 y 100 veces. Posteriormente da el punto cuando, después de varias decisiones adversas, empiezas a sospechar de la buena vista del Juez; o de complot en tu contra. Tu concentración ya se fue en dirigible.

Cuando termina el partido, te enteras que el H. Juez es nada menos que el hermano inseparable, entrañable, etc.,etc., de tu rival. Y que ganó el dudoso honor de arbitrar, por el solo puro hecho de ganar su correspondiente match. ¿Me pregunto si el juez de ese partido, no fue a su vez, el hermano?

Días después conversando con un amigo, encuentras que te cuenta una historia similar, e igual de horrible y conmovedora. En ese caso el juez era, nada menos que la novia de su rival.

Las anécdotas son muy variadas y tan antiguas como el propio juego: Situaciones chuscas, injustas, siempre enojosas, pero: ¿Cuál es la solución?

Hay innumerables propuestas, algunas más viables que otras; y es aquí que, en lugar de evaluar alguna sugerencia propia, invitamos a los que se asomen a esta página, para que envíen sus correos con su opinión y propuestas.

Mientras tanto, la próxima vez que te veas en la eventualidad de problemas con el juez en turno; siempre queda la reclamación ante “La Comisión de Derechos Humanos”, “La Procuraduría”, o el simple “Asesinato”.

En fin. Como consuelo podemos dejar por sentado que, si bien en cualquier momento podemos o todos estamos en peligro de encontrarnos en esta desesperada situación, hay una variante que es absolutamente más aterradora: ¡El ser el Juez!... pero de ello comentaremos en próximas intervenciones.

A.B.U.R.

Participa con nosotros, contribuye con nuestro deporte en esta o en otra sección.

Mientras tanto, que tengan un buen juego.

Lic. Octavio Bustamante... reportó para CyberSquash, mejor conocido como Kahn Avis...